Semblanza para un maestro. Ing. Agr. Juan José Valla (1929-2020).

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Ing. Agr. Juan José Valla (1929-2020).
Nacido en Mechita (Bragado, provincia de Buenos Aires) en el seno de una familia ferroviaria. Su padre, jardinero aficionado, le enseño a injertar rosas y frutales en su niñez, despertando su interés por las plantas y la naturaleza.
Realizó la escuela secundaria en el Colegio Nacional de Bragado. Se fue a estudiar Química en la Universidad del Litoral, pero su carrera se trunca cuando muere su padre. Por tal motivo, vuelve a su pueblo natal para trabajar en el ferrocarril y ayudar económicamente a su familia. Luego de algunos años, se instala en el oeste del gran Buenos Aires y estudia Ingeniería Agronómica en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Allí fue ayudante de la Cátedra de Fitopatología hasta finalizar la carrera con diploma de honor. En la defensa de su tesis, interviene como jurado el Ing. Agr. Lorenzo Parodi, quien le ofrece un cargo docente en la Cátedra de Botánica de la Facultad de Agronomía de la UBA. Desde ese entonces, ha sido uno de los profesores más apreciados y reconocidos en la institución y ha transmitido con enorme pasión la “amable ciencia de las plantas”, como decía su gran y admirado maestro Parodi.
Sus clases, inolvidables para varias generaciones de ingenieros agrónomos, eran una fuente de saber más allá de las plantas, con anécdotas fascinantes, historias de viajes, teorías científicas, literatura, música y cultura en general. Su enseñanza multidisciplinaria integraba la vida del hombre con las plantas, los ambientes y la producción agropecuaria. En sus clases, siempre apelaba a una frase de Plutarco: “La mente de los jóvenes no es un vaso a llenar sino un fuego a encender”. Además, expresaba que “un docente debía ser, ante todo, un inspirador enseñando con el corazón, para que el conocimiento cristalice. Si se apura y hay poco tiempo, precipita sin cristalizar”.
Luego de ejercer la docencia por más de 50 años, comenzó a dirigir el Jardín Botánico Lucien Hauman, de la Facultad de Agronomía (UBA), adonde llegaba cada mañana en bicicleta con su clásico cajón de herramientas. Hasta los últimos días de su vida, se lo veía andar de un lado para otro en el predio del Jardín, trabajando como mucha dedicación durante todo el día. Se presentaba como el “jardinero” del Jardín Botánico y se negaba a los reconocimientos con su clásica frase Juan B. Justo: “El hombre que más impone sus ideas menos impone su persona”.
Publicó varios libros de textos relacionados con las plantas como, “Botánica. Morfología de las plantas superiores”, “Manual para el cultivo de las plantas”,” Árboles Urbanos Rioplatenses”, “Plantas Autóctonas de Argentina”, entre otros.
En 2011, la UBA lo distinguió con el premio “Grandes Maestros” junto a otros destacados profesores de la Facultad de Agronomía, como Antonio Pascale, Julián Cámara Hernández, Carlos Vieites y Rolando León.
En el 2012, el Consejo Superior de la UBA lo designa Profesor Honorario por votación unánime.
Desde hace varios años y en muchas oportunidades, los estudiantes y docentes de Botánica de la Universidad Nacional de Luján, hemos tenido el privilegio de que el Ing. Valla nos guie en recorridos por el Jardín Botánico Lucien Hauman. Siempre quedábamos cautivados por sus innumerables anécdotas que nos transportaban a hechos y situaciones que había vivido junto destacados botánicos del país, de los cuales el formaba parte. Su cordialidad, disposición, sabiduría, experiencia, dedicación y hospitalidad siempre estuvo presente en cada visita. Cada rincón del Jardín Botánico tenía una historia o reseña que narraba con esmero, dadas sus vivencias en los numerosos años en los que ha estado relacionado con el Jardín y la Facultad de Agronomía. Le alegraba muchísimo el hecho que los estudiantes se interesaran por las plantas y visitarán el Jardín. Según sus propias palabras, “se llega bien a su edad gracias a la suerte, al trabajo rudo, a estar rodeado de gente joven”, citando a Goethe “acuérdate de vivir”, pues para él acordarse de vivir era disfrutar de diferentes aspectos de la naturaleza como el brillo de las hojas, ver una planta crecer y florecer, el sonido del agua, entre otros. Siempre decía “y para que nunca se olviden de mi nombre, recuerden que suena como el fruto carnoso y colorido, la baya, pero como yo ya estoy viejo se escribe con v corta”.
Lamentamos su pérdida. Siempre quedará en nuestro recuerdo y en el de nuestros estudiantes, la inigualable experiencia de haber escuchado y conocido al Ing. Valla, uno de los destacados botánicos de nuestro país.
Recordémoslo a través delos siguientes video:
https://youtu.be/EURje3btePE
https://youtu.be/aH5oq9J0GUQ

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